32. La cabeza de la estatua estaba hecha del oro más puro; su pecho y sus brazos de plata; su vientre y sus muslos de bronce;
33. sus piernas de hierro; sus pies estaban hechos en parte de hierro y en parte de arcilla.
34. Pero mientras Su Majestad miraba la estatua, una piedra que ninguna persona había tocado se desprendió y vino y golpeó los pies de la estatua.
35. Entonces toda la estatua se desplomó en una pila de hierro, arcilla, bronce, plata y oro; sus pedazos se hicieron polvo, y el viento se los llevó. Pero la piedra que había derribado la estatua llegó a ser una gran montaña, tan grande que cubrió toda la tierra.
36. »Este fue el sueño. Ahora le diré a Su Majestad lo que significa.