1. ¡Qué bellos son tus pies en las sandalias!, princesa mía. Tus torneados muslos son joyas, obra del más excelso artífice.
2. Tu ombligo es copa de vino. Tu vientre encantador es montón de trigo entre lirios.
3. Tus pechos son dos gacelas; sí, dos gacelas mellizas;
4. tu cuello parece torre de marfil, tus ojos, los manantiales de Hesbón junto a la entrada de Batrabim. Tu nariz es bella como la torre del Líbano que mira hacia Damasco.
5. Como el monte Carmelo es corona de montes, así tu cabeza es tu corona. Has cautivado al rey con tus rizos.
6. ¡Qué deliciosa eres; qué agradable, amor, sumo deleite!
7. Eres alta y esbelta al igual que una palmera, y tus pechos son sus racimos.