2 Timoteo 1:4-8 Nueva Biblia al Día (NBD)

4. Cuando recuerdo tus lágrimas, anhelo tener la alegría de volver a verte.

5. ¿Cómo he de olvidar la sinceridad de tu fe, que es como la que animó a tu madre Eunice y a tu abuela Loida? Estoy seguro de que es así.

6. Por eso te aconsejo que avives la llama del don que Dios te dio cuando puse las manos sobre ti.

7. El Espíritu que es don de Dios, no quiere que temamos a la gente, sino que tengamos fortaleza, amor y dominio propio.

8. Así que no te avergüences de hablar de nuestro Señor, ni de mí, que estoy preso por la causa de Cristo. Al contrario, debes ser capaz de sufrir por el evangelio, pues Dios te dará fuerzas.

2 Timoteo 1