10. Hagamos una habitación en la terraza para que, cada vez que venga al pueblo, se quede ahí. Podemos poner una cama, una mesa, una silla y una lámpara. Así, cuando venga, tendrá un lugar donde quedarse».
13. él le dijo a Guiezi:—Dile que apreciamos la bondad que nos ha mostrado. Pregúntale qué podemos hacer por ella. ¿Querrá que diga una palabra en su favor al rey o al jefe del ejército?—No —respondió ella—, estoy perfectamente contenta.
14. —¿Qué podemos hacer por ella? —volvió a preguntarle Eliseo a Guiezi más tarde.Guiezi sugirió:—Ella no tiene hijos, y su marido es ya anciano.