2 Reyes 12:3-19 Nueva Biblia al Día (NBD)

3. Durante toda su vida Joás hizo lo recto, ya que siguió las enseñanzas del sacerdote Joyadá.

4. Sin embargo, no destruyó los santuarios de las colinas, y el pueblo siguió ofreciendo allí sacrificios e incienso.

7. Pero en el año veintitrés de su reinado, el templo aún no había sido reparado.

8. Entonces Joás llamó a Joyadá y a los otros sacerdotes, y les preguntó: «¿Por qué no se ha reparado los daños del templo? Desde ahora no manejarán el dinero que reciban, sino que lo entregarán para que se invierta en la reparación y restauración del templo».

9. Los sacerdotes estuvieron de acuerdo en no seguir manejando el dinero, y en no estar al frente de las reparaciones del templo.

10. El sacerdote Joyadá hizo un agujero en la cubierta de un gran cofre y lo puso a la derecha del altar, a la entrada del templo del SEÑOR. Los porteros ponían allí todas las contribuciones del pueblo.

11. Cada vez que el cofre se llenaba, el secretario de finanzas del rey y el sumo sacerdote lo contaban, lo ponían en bolsas,

16. A los administradores de la construcción no se les pedía cuentas del dinero, porque eran hombres honestos y fieles.

17. Sin embargo, el dinero que se daba para ofrendas por la culpa y por el pecado no se llevaba al templo del SEÑOR, sino que se entregaba a los sacerdotes para su uso personal.

18. En este tiempo, Jazael, rey de Siria, atacó la ciudad de Gat y la conquistó. Luego se dirigió hacia Jerusalén, con el fin de atacarla.

19. Pero Joás tomó todos los objetos sagrados que sus antepasados Josafat, Jorán y Ocozías, reyes de Judá, habían consagrado, juntamente con lo que él mismo había consagrado al SEÑOR, y todo el oro de la tesorería del templo del SEÑOR y del palacio, y lo envió a Jazael. Al recibir este regalo, Jazael desistió de atacar a Jerusalén.

2 Reyes 12