1. Se ha dicho que si alguien desea ser obispo tiene una aspiración noble. Es cierto.
2. Sin embargo, es necesario que tal persona viva irreprochablemente: ha de tener una sola esposa y debe ser moderado, juicioso y respetable; ha de estar siempre dispuesto a hospedar gente en su casa; debe saber enseñar;
3. no debe ser borracho ni pendenciero, sino amable, bondadoso y sin inclinación al dinero;
4. debe gobernar bien su familia y hacer que sus hijos le obedezcan con el debido respeto,