7. Y digo la verdad, sin mentir: he sido puesto como predicador y apóstol para enseñar esta verdad a los gentiles.
8. Por lo tanto, quiero que en todas partes los hombres oren, alzando ante Dios manos santas, libres de ira y resentimiento;
9. que las mujeres, igualmente, se vistan y se comporten decente, modesta y recatadamente. La mujer ha de resaltar no por la manera ostentosa en que se arregle el cabello, ni por el lujo de sus joyas o vestidos;
10. más bien debe adornarse con buenas acciones, tal como debe ser con las mujeres que dicen servir a Dios.
11. La mujer debe aprender en silencio y humildad.