1 Samuel 20:28-29-42 Nueva Biblia al Día (NBD)

3. —¡Por supuesto que tú no lo sabes! —dijo David—. Tu padre sabe perfectamente bien la amistad que nos une, y seguramente ha pensado: “No se lo diré a Jonatán. ¿Para qué afligirlo?” Pero la verdad es que estoy a un paso de la muerte; lo juro por el SEÑOR y por tu propia alma.

4. —Dime qué puedo hacer —rogó Jonatán.

5. —Mañana comienza la celebración de la luna nueva —respondió David—. Siempre he estado con tu padre en esta ocasión, pero mañana me esconderé en el campo y me quedaré allí hasta la tarde del tercer día.

6. Si tu padre pregunta dónde estoy, dile que te he pedido permiso para ir a Belén, para la reunión familiar anual.

7. Si él lo halla bien, yo sabré que no tiene nada contra mí; pero si se enoja, sabré que está planeando matarme.

8. Haz esto por mí, que soy tu sirviente, puesto que estamos unidos por un pacto solemne delante del SEÑOR. Y si he pecado contra tu padre, mátame tú mismo, pero no me entregues a él.

9. —¡Ni pensarlo! —exclamó Jonatán—. Mira, ¿no crees que yo te lo diría si mi padre tuviera planes de matarte?

28-29. —Me pidió que le permitiera ir a Belén, a participar en una fiesta familiar. Su hermano le pidió que estuviera presente. Yo le dije que fuera.

30. Saúl se encendió de ira.—¡Hijo de la perdida! —le gritó—. ¿Piensas que no sé que tú quieres que ese hijo de nadie sea rey en tu lugar para vergüenza tuya y de tu madre?

31. Mientras ese hombre viva, jamás llegarás a ser rey. ¡Ahora ve, encuéntralo y tráemelo, porque ese tipo merece la muerte!

32. —¿Por qué merece la muerte? ¿Qué ha hecho? —preguntó Jonatán.

33. Entonces Saúl arrojó la lanza contra Jonatán, con la intención de matarlo. Jonatán comprendió que su padre realmente quería matar a David,

34. se retiró de la mesa encendido de ira, y se negó a comer en todo aquel día porque estaba muy herido por la vergonzosa conducta de su padre hacia David.

35. A la mañana siguiente, de la manera acordada, Jonatán salió al campo y llevó a un joven consigo para que le recogiera las flechas.

36. —Corre —le dijo al muchacho— y recoge las flechas que dispare.Mientras el muchacho corría, Jonatán disparó una flecha por encima de su cabeza.

37. Cuando el muchacho estaba por llegar a donde la flecha había caído, Jonatán gritó:—¡La flecha está todavía más allá;

38. date prisa, date prisa, no esperes!El muchacho recogió la flecha y se la entregó a su señor.

39. Por supuesto, no entendió el mensaje que las palabras de Jonatán encerraban. Solamente Jonatán y David lo sabían.

40. Jonatán le entregó el arco y las flechas, y le ordenó llevarlas a la ciudad.

41. En cuanto se fue, David salió de su escondite detrás de la roca, se inclinó tres veces y se puso rostro en tierra. Luego se abrazaron al tiempo que lloraban, especialmente David.

42. Finalmente, Jonatán le dijo a David:—Consuélate porque nos hemos jurado fidelidad delante de Dios y el será quien nos juzgue siempre, a nosotros y a nuestros descendientes. Entonces se separaron.David se fue por su camino y Jonatán regresó a la ciudad.

1 Samuel 20