9. Una tarde en Silo, después de la cena, Ana fue al santuario. Elí el sacerdote estaba sentado en el lugar acostumbrado junto a la entrada.
10. Ella estaba profundamente angustiada y clamaba con amargura mientras oraba al SEÑOR.
11. E hizo este voto: «Oh SEÑOR, Dios todopoderoso, si miras mi dolor y respondes a mi oración dándome un hijo, yo te lo devolveré y será tuyo por toda su vida, y jamás será cortado su cabello».a
14. —¿Cómo te atreves a venir aquí borracha? —le dijo—. ¡Deja ya tu borrachera!
17. —En ese caso —dijo Elí—, alégrate, y que el Dios de Israel conceda tu petición, cualquiera que sea.
18. —¡Oh, gracias, señor! —exclamó ella, y regresó muy alegre y comenzó a comer nuevamente.
19. El día siguiente toda la familia se levantó temprano y fueron al santuario a adorar al SEÑOR una vez más. Entonces regresaron a su hogar en Ramá, y cuando Elcaná durmió con Ana, el SEÑOR se acordó de su petición.
20. Pasado el tiempo, ella tuvo un hijo. Y le puso Samuel (Pedido a Dios) porque, como ella dijo: «Se lo pedí al SEÑOR».