23. —Bien, haz lo que te parezca mejor —contestó Elcaná—. Quédate hasta que destetes al niño, y que el Señor vea el cumplimiento de tu voto.Así que se quedó en casa hasta que destetó al niño.
24. Entonces, aunque era muy pequeño, lo llevaron al santuario en Silo, juntamente con un becerro de tres años para el sacrificio y veinticuatro litros de harina y un odre de vino.
25. Después del sacrificio llevaron al niño ante la presencia de Elí.
26. «Señor, ¿te acuerdas de mi? —le preguntó Ana—. Yo soy la mujer que estuvo aquí hace algún tiempo orando al SEÑOR.