20. Cada uno mató a un soldado sirio, y repentinamente, todos los sirios huyeron presas del pánico. Los israelitas los persiguieron, pero el rey Ben Adad y unos pocos jinetes escaparon.
21. Sin embargo, el grueso de los caballos y carros fueron capturados, y la mayor parte de los sirios murió en aquella batalla.
22. Entonces el profeta se acercó al rey Acab y le dijo: «Prepárate para otro ataque, pues el rey de Siria volverá a atacar el próximo año».
23. Después de su derrota, los siervos del rey Ben Adad le dijeron: «El Dios de Israel es Dios de las colinas, por eso es que los israelitas ganaron. Pero podemos derrotarlos fácilmente en las llanuras.