8. Pero el profeta le respondió:—Aun cuando me dieras la mitad de tu palacio, no podría ir contigo; ni tampoco comeré, ni beberé agua en este lugar.
9. Porque el SEÑOR me ha dado estrictas órdenes de no comer ni beber agua mientras esté aquí, y de no regresar a Judá por el camino que vine.
10. Entonces regresó por otro camino.
11. En Betel vivía un anciano profeta. Y sus hijos fueron a casa y le contaron lo que el profeta de Judá había hecho, y lo que había dicho al rey.
12. —¿Por cuál camino se fue? —preguntó el anciano profeta.Y ellos se lo le mostraron.