1 Corintios 15:32-51 Nueva Biblia al Día (NBD)

32. ¿Qué he ganado yo enfrentándome en Éfeso a hombres que eran como fieras? Si no vamos a resucitar, ¡comamos y bebamos que mañana moriremos!

33. No se dejen llevar por los que dicen tales cosas. «Las malas amistades, echan a perder las buenas costumbres.»

34. Despierten y no pequen más, porque algunos de ustedes no conocen a Dios. Para avergonzarlos les digo eso.

35. Quizás algunos se pregunten: «¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Qué clase de cuerpo tendrán?»

36. ¡Necio! Cuando uno siembra una semilla, no germina si no muere primero.

37. Y cuando el brote sale a flor de tierra es muy distinto de la semilla que se plantó. Lo que uno siembra es un simple grano de trigo o de cualquier otra planta,

38. pero Dios le da el cuerpo, del tipo que quiso que tuviera. La planta será de acuerdo con la semilla.

39. Hay diferentes tipos de cuerpos. Los hombres, las bestias, los peces y las aves son diferentes entre sí.

40. Los ángeles del cielo tienen cuerpo diferente del nuestro, y la belleza y la gloria de ellos es diferente de la belleza y la gloria de los nuestros.

41. Por ejemplo, el sol tiene un tipo de gloria, mientras que la luna y las estrellas tienen otro. Y las estrellas se diferencian entre sí por su brillantez.

42. De igual manera sucederá con la resurrección de los muertos. Lo que se entierra, se echa a perder; lo que resucita, no se corromperá jamás.

43. El cuerpo que sembremos, es despreciable; pero cuando resucite será glorioso. Ahora es débil, pero cuando resucite será fuerte.

44. Al morir sembramos un cuerpo material, pero cuando resucite será espiritual. Así como hay cuerpos físicos, hay cuerpos espirituales.

45. Dicen las Escrituras que el primer Adán se convirtió en un ser viviente; pero el postrer Adán, Cristo, es un Espíritu que da vida.

46. Entonces, primero tenemos cuerpo humano y después Dios nos da un cuerpo espiritual.

47. Adán fue hecho del polvo de la tierra, pero Cristo descendió del cielo.

48. Cada ser humano tiene un cuerpo como el de Adán; y los que viven en el cielo, tienen un cuerpo como el de Cristo.

49. Al igual que ahora hemos llevado la imagen de Adán, un día nos pareceremos a Cristo.

50. Les digo, hermanos míos, que ningún cuerpo de carne y hueso podrá entrar en el reino de Dios. Este cuerpo corruptible no puede heredar lo que es incorruptible.

51. Les voy a revelar ahora un secreto:No todos moriremos, pero todos seremos transformados.

1 Corintios 15