5. Sin embargo, a pesar de todo, la mayoría de los israelitas no obedecieron a Dios, y murieron allí mismo en el desierto.
6. De aquí aprendemos una gran lección: que no debemos desear lo malo como ellos lo desearon.
7. No debemos adorar ídolos, como ellos. (Las Escrituras nos dicen que «el pueblo se sentó a comer y a beber, y luego se produjo el desenfreno.»)
8. No debemos cometer inmoralidades sexuales, como varios de ellos hicieron, por lo que veintitrés mil cayeron muertos en un día.