Mateo 6:5-24 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

5. Cuando oren, no hagan como los hipócritas, que son muy dados a orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para que todo el mundo los vea. Les aseguro que ya han recibido su recompensa.

6. Tú, cuando ores, métete en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está allí a solas contigo. Y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.

7. Y al orar, no se pongan a repetir palabras y palabras; eso es lo que hacen los paganos imaginando que Dios los va a escuchar porque alargan su oración.

8. No sean iguales a ellos, pues el Padre sabe de qué tienen necesidad aun antes que le pidan nada.

9. Ustedes deben orar así:Padre nuestro, que estás en los cielos,santificado sea tu nombre.

10. Venga tu reino.Hágase tu voluntad en la tierralo mismo que se hace en el cielo.

11. Danos hoy el pan que necesitamos.

12. Perdónanos el mal que hacemos,como también nosotros perdonamosa quienes nos hacen mal.

13. No nos dejes caer en tentación,y líbranos del maligno.

14. Porque, si ustedes perdonan a los demás el mal que les hayan hecho, también les perdonará a ustedes el Padre celestial.

15. Pero, si no perdonan a los demás, tampoco el Padre les perdonará los pecados que hayan cometido.

16. Cuando ayunen, no anden por ahí con cara triste, como hacen los hipócritas, que ponen gesto de lástima para que todos se enteren de que están ayunando. Les aseguro que ya han recibido su recompensa.

17. Tú, por el contrario, cuando quieras ayunar, lávate la cara y perfuma tus cabellos,

18. para que nadie se entere de que ayunas, excepto tu Padre que ve hasta lo más secreto. Y tu Padre, que ve hasta lo más secreto, te recompensará.

19. No acumulen riquezas en este mundo pues las riquezas de este mundo se apolillan y se echan a perder; además, los ladrones perforan las paredes y las roban.

20. Acumulen, más bien, riquezas en el cielo, donde no se apolillan ni se echan a perder y donde no hay ladrones que entren a robarlas.

21. Pues donde tengas tus riquezas, allí tendrás también el corazón.

22. Los ojos son lámparas para el cuerpo. Si tus ojos están sanos, todo en ti será luz;

23. pero si tus ojos están enfermos, todo en ti será oscuridad. Y si lo que en ti debería ser luz, no es más que oscuridad, ¡qué negra será tu propia oscuridad!

24. Nadie puede servir a dos amos al mismo tiempo, porque aborrecerá al uno y apreciará al otro; será fiel al uno y del otro no hará caso. No pueden servir al mismo tiempo a Dios y al dinero.

Mateo 6