18. Y es que sabía que a Jesús lo habían entregado por envidia.
19. Mientras el gobernador estaba sentado en el tribunal, su esposa le envió este recado: «Ese hombre es inocente. No te hagas responsable de lo que le suceda. Esta noche he tenido pesadillas horribles por causa suya».
20. Pero los jefes de los sacerdotes y los ancianos convencieron a la gente para que pidiera la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús.
21. El gobernador volvió a preguntar:—¿A cuál de estos dos quieren que conceda la libertad?Ellos contestaron:—¡A Barrabás!