Lucas 7:10-22 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

10. Y cuando los enviados regresaron a la casa, encontraron curado al asistente.

11. Algún tiempo después, Jesús, en compañía de sus discípulos y de otra mucha gente, se dirigió a un pueblo llamado Naín.

12. Cerca ya de la entrada del pueblo, una nutrida comitiva fúnebre del mismo pueblo llevaba a enterrar al hijo único de una madre que era viuda.

13. El Señor, al verla, se sintió profundamente conmovido y le dijo:—No llores.

14. Y acercándose, tocó el féretro, y los que lo llevaban se detuvieron. Entonces Jesús exclamó:—¡Muchacho, te ordeno que te levantes!

15. El muerto se levantó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre.

16. Todos los presentes se llenaron de temor y daban gloria a Dios diciendo:—Un gran profeta ha salido de entre nosotros. Dios ha venido a salvar a su pueblo.

17. La noticia de lo sucedido se extendió por todo el territorio judío y las regiones de alrededor.

18. Enterado Juan de todo esto por medio de sus discípulos, llamó a dos de ellos

19. y los envió a preguntar al Señor:—¿Eres tú el que tenía que venir o debemos esperar a otro?

20. Los enviados se presentaron a Jesús y le dijeron:—Juan el Bautista nos envía a preguntarte si eres tú el que tenía que venir o hemos de esperar a otro.

21. En aquel mismo momento, Jesús curó a muchos que tenían enfermedades, dolencias y espíritus malignos, y devolvió la vista a muchos ciegos.

22. Respondió, pues, a los enviados:—Vuelvan a Juan y cuéntenle lo que han visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios de su enfermedad, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la buena noticia.

Lucas 7