37. Porque les digo que tiene que cumplirse en mí lo que dicen las Escrituras: Lo incluyeron entre los criminales. Todo lo que se ha escrito de mí, tiene que cumplirse.
38. Ellos dijeron:—¡Señor, aquí tenemos dos espadas!Él les contestó:—¡Es bastante!
39. Después de esto, Jesús salió y, según tenía por costumbre, se dirigió al monte de los Olivos en compañía de sus discípulos.
40. Cuando llegaron, les dijo:—Oren para que puedan resistir la prueba.
41. Luego se alejó de ellos como un tiro de piedra, se puso de rodillas y oró: