16. Apresó entonces a los ancianos de la ciudad y, recogiendo espinas y cardos del desierto, desgarró las carnes de los hombres de Sucot.
17. Derribó la torre de Penuel y mató a los habitantes de la ciudad.
18. Luego dijo a Cébaj y a Salmuná:—¿Cómo eran los hombres que mataron en el Tabor?Ellos respondieron:—Eran como tú; cualquiera de ellos parecía un hijo de rey.
19. Respondió Gedeón:—Eran mis hermanos, hijos de mi madre. ¡Vive el Señor, que, si los hubieran dejado con vida, no los mataría yo ahora a ustedes!
20. Y dijo a Jéter, su hijo mayor:—¡Anda! ¡Mátalos!Pero el muchacho no desenvainó la espada; no se atrevía, porque era todavía un muchacho.
21. Cébaj y Salmuná dijeron:—Anda, mátanos tú, pues un hombre se mide por su valentía.Gedeón se levantó, mató a Cébaj y a Salmuná y se quedó con las lunetas que llevaban al cuello sus camellos.
22. Los hombres de Israel dijeron a Gedeón:—Reina tú sobre nosotros; tú, tu hijo y tu nieto, pues nos has salvado del dominio de Madián.
23. Pero Gedeón les respondió:—No seré yo quien reine sobre ustedes; ni yo ni mi hijo. El rey de ustedes será el Señor.
24. Y añadió Gedeón:—Les voy a pedir una cosa: que cada uno de ustedes me dé un anillo de su botín.(Porque los vencidos eran ismaelitas y tenían anillos de oro).