27. Yo no te he ofendido; eres tú el que te portas mal conmigo declarándome la guerra. El Señor sea juez hoy entre israelitas y amonitas.
28. Pero el rey de los amonitas hizo caso omiso del mensaje que le envió Jefté.
29. El espíritu del Señor se apoderó de Jefté, que recorrió Galaad y Manasés, llegó a Mispá de Galaad y desde Mispá de Galaad se adentró en el territorio de los amonitas.