23. Al rey de Ay lo prendieron vivo y lo condujeron ante Josué.
24. Una vez que Israel acabó de matar, en el campo y en el desierto, a todos los habitantes de Ay que habían salido en su persecución —ni uno solo quedó que no cayera a filo de espada—, todo Israel se volvió sobre Ay pasando también a cuchillo a su población.
25. Perecieron aquel día todos los habitantes de Ay: un total de doce mil, entre hombres y mujeres.