5. Únicamente pongan cuidado en cumplir los mandamientos y la ley que les dio Moisés, siervo del Señor, amando al Señor, su Dios, siguiendo todos sus caminos, guardando sus mandamientos, permaneciendo unidos a él y sirviéndole con todo su corazón y con toda su alma.
6. Josué los bendijo y los despidió, y ellos se fueron a sus tiendas.
7. Moisés había dado a media tribu de Manasés la parte de heredad que le correspondía en la región de Basán; a la otra media se la dio Josué entre sus hermanos, en la Cisjordania. Al mandarlos a sus tiendas, Josué les dio la bendición
8. y les dijo:—Regresan a sus tiendas con grandes riquezas, con rebaños numerosos, con plata, oro, bronce, hierro y muchos vestidos; deben, pues, repartir con sus hermanos el botín arrebatado a sus enemigos.
9. Los rubenitas y los gaditas, con la media tribu de Manasés, regresaron a su territorio, dejando a sus hermanos israelitas en Siló, en el país de Canaán; regresaron al país de Galaad, tierra de su propiedad, en la que se habían establecido siguiendo el mandato del Señor dado por medio de Moisés.