22. Silba Egipto como serpiente que huye,pues lo atacan los ejércitos:vienen contra él con hachas,igual que si fueran leñadores,*
23. y talan su selva—oráculo del Señor—.Son, en efecto, innumerables,más que una plaga de langostay nadie puede contarlos;
24. se amustia la capital de Egipto,en manos de un pueblo del norte.
25. Dice el Señor del universo, Dios de Israel: Voy a pedir cuentas al dios Amón de Tebas, a Egipto, a sus dioses, al faraón y a los que confían en él.
26. Los entregaré en manos de los que quieren destruirlos: de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y de sus oficiales. Pero, pasado esto, será habitada como en los tiempos antiguos —oráculo del Señor—.