9. Me decía: No me acordaré más de él,no hablaré más en su nombre.Pero algo ardía en mi corazón como fuego,algo ardiente encerrado en mis huesos,que trataba inútilmente de apagar.
10. Oía a muchos murmurar:«Este es Terror-En-Derredor*,denúncienlo, vamos a denunciarlo».La gente que me era más cercanaandaba acechando mi traspié:«Tal vez, seducido, lo sometamosy podamos vengarnos de él».
11. Pero el Señor está conmigocomo poderoso defensor;por eso tropiezan al perseguirmey son incapaces de someterme.Quedan decepcionados al fracasar,nunca se olvidará su eterno deshonor.
12. Señor, que examinas al honrado,que ves sentimientos y pensamientos*,¡que yo vea que te vengas de ellos,ya que a ti he encomendado mi causa!
13. ¡Canten al Señor, alaben al Señor,que libró la vida del pobredel poder de los malvados!