23. a saber, que el Mesías tenía que padecer, pero que sería el primero en resucitar de la muerte para anunciar la luz tanto al pueblo judío como a las demás naciones.
24. Estaba Pablo ocupado en el desarrollo de su defensa, cuando intervino Festo diciéndole en voz alta:—¡Pablo, estás loco; el mucho estudio te hace desvariar!
25. —No estoy loco, nobilísimo Festo —respondió Pablo—. Los argumentos que presento son verdaderos y razonables.