31. Labán insistió:—¿Qué quieres que te dé?Jacob le respondió:—No tienes que darme nada. Si aceptas lo que te voy a proponer, volveré a pastorear tu ganado.
32. Hoy, voy a pasar por medio de tu rebaño y pondré aparte todas las ovejas oscuras y todas las cabras manchadas o moteadas. Ese será mi salario.
33. Así, el día de mañana, cuando vengas a ver lo que he ganado, no habrá dudas sobre mi honradez: si encuentras algún cordero que no sea oscuro o alguna cabra que no sea manchada o moteada, es que te he robado.
34. Labán dijo:—Está bien, acepto lo que propones.
35. Aquel mismo día, Labán separó los machos cabríos moteados o manchados, todas las cabras moteadas o manchadas, las que tenían alguna mancha blanca, y todas las ovejas oscuras, y las puso al cuidado de sus hijos.