5. todas ellas ciudades fortificadas, con altas murallas y portones con trancas; sin contar muchas otras aldeas pereceas sin amurallar.
6. Y las consagramos al exterminio, igual que habíamos hecho con Sijón, rey de Jesbón, matando en cada ciudad a hombres, mujeres y niños;
7. pero nos quedamos con los ganados y el despojo de las ciudades.