17. Como muchos de la asamblea no se habían purificado, los levitas se encargaron de sacrificar los corderos pascuales en lugar de todos los que no estaban suficientemente limpios a fin de consagrarlos al Señor.
18. La mayoría de la gente, entre ellos muchos de Efraín, Manasés, Isacar y Zabulón no se habían purificado y comieron la Pascua sin cumplir lo prescrito. Pero Ezequías intercedió por ellos, diciendo:—El Señor, que es bueno, perdone
19. a todos los que buscan sinceramente a Dios, el Señor, el Dios de sus antepasados, aunque no tengan la pureza que requieren las cosas sagradas.