2 Corintios 5:10-20 La Palabra Versión Hispanoamericana (BLPH)

10. Porque todos nosotros tenemos que presentarnos ante el tribunal de Cristo para que cada uno reciba el premio o el castigo que le corresponda por lo que hizo durante su vida mortal.

11. Conscientes del respeto que merece el Señor, nos esforzamos en convencer a los demás, pues lo mismo que nuestra vida no tiene secretos para Dios, espero que tampoco los tenga para ustedes.

12. Y no es que otra vez nos estemos haciendo la propaganda ante ustedes; tan solo queremos brindarles la ocasión de que estén orgullosos de nosotros y así puedan responder a quienes presumen de apariencias y no de realidades.

13. Porque si dimos la impresión de excedernos, por Dios lo hicimos; y si ahora parecemos más serenos, por ustedes lo hacemos.

14. En todo caso, es el amor de Cristo el que nos apremia, al pensar que, si uno murió por todos, todos en cierto modo han muerto.

15. Cristo, en efecto, murió por todos, para que quienes viven, ya no vivan más para sí mismos, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.

16. Así que en adelante a nadie valoramos con criterios humanos. Y si en algún tiempo valoramos a Cristo con esos criterios, ahora ya no.

17. Quien vive en Cristo es una nueva criatura; lo viejo ha pasado y una nueva realidad está presente.

18. Todo se lo debemos a Dios, que nos ha puesto en paz con él por medio de Cristo y nos ha confiado la tarea de llevar esa paz a los demás.

19. Porque sin tomar en cuenta los pecados de la humanidad, Dios hizo la paz con el mundo por medio de Cristo y a nosotros nos ha confiado ese mensaje de paz.

20. Somos, pues, embajadores de Cristo y es como si Dios mismo los exhortara a ustedes sirviéndose de nosotros. En nombre de Cristo les pedimos que hagan las paces con Dios.

2 Corintios 5