14. Así que prefiero que las viudas jóvenes se casen otra vez, tengan hijos, cuiden de su casa y no den pie a las críticas de nuestros enemigos.
15. Porque algunas ya se han pervertido siguiendo las huellas de Satanás.
16. Si una creyente tiene viudas en su familia, que las cuide ella y evite así que se conviertan en carga para la comunidad; de esta manera la comunidad podrá atender a las que son verdaderamente viudas.
17. Los presbíteros* que desempeñan con acierto el cargo de dirigentes, merecen una especial consideración; sobre todo los que se afanan en la proclamación de la palabra y en la enseñanza.
18. Ya lo dice la Escritura: No pongas bozal al buey que trilla; y también: «El que trabaja tiene derecho a su salario».