21. Así que les advertí:—¿Por qué permanecéis ante la muralla? Si lo hacéis otra vez os haré arrestar.Y desde aquel instante no volvieron en sábado.
22. Pedí a los levitas que se purificaran y vinieran a custodiar las puertas para que el sábado no fuera profanado.¡Acuérdate de mí, Dios mío, también por esto, y apiádate de mí por la grandeza de tu misericordia!
23. Descubrí también, por aquellos días, que algunos judíos se habían casado con mujeres de Asdod, de Amón y de Moab,