1. No juzguéis a nadie, para que Dios no os juzgue a vosotros.
2. Porque del mismo modo que juzguéis a los demás, os juzgará Dios a vosotros, y os medirá con la misma medida con que vosotros midáis a los demás.
3. ¿Por qué miras la brizna que tiene tu hermano en su ojo y no te fijas en el tronco que tienes en el tuyo?
4. ¿Cómo podrás decirle a tu hermano: «Deja que te saque la brizna que tienes en el ojo», cuando tienes un tronco en el tuyo?