2. Lo llevaron atado y se lo entregaron a Pilato, el gobernador.
3. Entre tanto, Judas, el que lo había entregado, al ver que habían condenado a Jesús, se llenó de remordimientos y fue a devolver las treinta monedas de plata a los jefes de los sacerdotes y a los ancianos
4. diciendo:— ¡He pecado entregando a un inocente!Ellos le contestaron:— Eso es asunto tuyo y no nuestro.