Mateo 24:8-27 La Palabra Versión Española (BLP)

8. Pero todas estas calamidades serán solo el principio de los males que han de sobrevenir.

9. En aquellos días os maltratarán y os matarán. Todo el mundo os odiará por causa de mí.

10. Serán días en que la fe de muchos correrá peligro, mientras otros se traicionarán y se odiarán mutuamente.

11. Aparecerán por todas partes falsos profetas, que engañarán a muchos.

12. La maldad reinante será tanta que el amor de mucha gente se enfriará.

13. Pero el que se mantenga firme hasta el fin, ese se salvará.

14. Y esta buena noticia del reino se anunciará por todo el mundo, para que todas las naciones la conozcan. Entonces llegará el fin.

15. Cuando veáis que en el lugar santo se instala el ídolo abominable de la destrucción anunciado por el profeta Daniel (medite en esto el que lo lea),

16. entonces los que estén en Judea huyan a las montañas;

17. el que esté en la azotea no baje a la casa a recoger ninguna de sus cosas,

18. y el que esté en el campo no regrese ni siquiera a recoger su manto.

19. ¡Ay de las mujeres embarazadas y de las que en esos días estén criando!

20. Orad para que cuando tengáis que huir no sea ni invierno ni sábado,

21. porque habrá entonces tanto sufrimiento como no lo ha habido desde que el mundo existe ni volverá a haberlo jamás.

22. Si Dios no acortara ese tiempo, nadie podría salvarse. Pero él lo abreviará por causa de los elegidos.

23. Si alguien os dice entonces: «Mirad, aquí está el Mesías», o bien: «Mirad, está allí», no lo creáis.

24. Porque aparecerán falsos mesías y falsos profetas, que harán grandes señales milagrosas y prodigios con objeto de engañar, si fuera posible, incluso a los que Dios ha elegido.

25. Mirad que os lo advierto de antemano.

26. Así que si alguien os dice: «El Mesías está en el desierto», no vayáis allí; y si os dice: «Está escondido en lo más secreto de la casa», no lo creáis.

27. Pues como un relámpago brilla en oriente y su resplandor se deja ver hasta occidente, así será la venida del Hijo del hombre.

Mateo 24