28. ¡Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os daré descanso!
29. ¡Poned mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy sencillo y humilde de corazón! Así encontraréis descanso para vuestro espíritu,
30. porque mi yugo es fácil de llevar, y mi carga ligera.