17. En vuestra ley está escrito que el testimonio coincidente de dos testigos es válido.
18. Pues bien, a mi testimonio se une el que da a mi favor el Padre que me envió.
19. Ellos le preguntaron:— ¿Dónde está tu padre?Contestó Jesús:— Ni me conocéis a mí ni a mi Padre; si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre.
20. Jesús hizo estas manifestaciones cuando estaba enseñando en el Templo, en el lugar donde se encontraban los cofres de las ofrendas. Pero nadie se atrevió a echarle mano porque todavía no había llegado su hora.