13. y todo lo que pidáis en mi nombre os lo concederé, para que en el Hijo se manifieste la gloria del Padre.
14. Lo que pidáis en mi nombre, yo os lo concederé.
15. Si me amáis, cumpliréis mis mandamientos;
16. yo, por mi parte, rogaré al Padre para que os envíe otro Abogado que esté siempre con vosotros:
17. el Espíritu de la verdad a quien los que son del mundo no pueden recibir porque no lo ven ni lo conocen; vosotros, en cambio, sí lo conocéis, porque vive en vosotros y está en medio de vosotros.
18. No os dejaré huérfanos; volveré a estar con vosotros.
19. Los que son del mundo dejarán de verme dentro de poco; pero vosotros seguiréis viéndome, porque la vida que yo tengo la tendréis también vosotros.
20. Cuando llegue aquel día, comprenderéis que yo estoy en mi Padre; vosotros en mí y yo en vosotros.
21. El que acepta mis mandamientos y los cumple, es el que me ama de verdad; y el que me ama será amado por mi Padre, y también yo lo amaré y me manifestaré a él.
22. Judas, no el Iscariote, sino el otro, le preguntó:— Señor, ¿cuál es la razón de manifestarte solo a nosotros y no a los que son del mundo?
23. Jesús le contestó:— El que me ama de verdad se mantendrá fiel a mi mensaje; mi Padre lo amará, y mi Padre y yo vendremos a él y haremos en él nuestra morada.
24. Por el contrario, el que no me ama no se mantiene fiel a mi mensaje. Y este mensaje que os transmito no es mío; es del Padre que me envió.