8. Vosotros confiáis en mentiras que no sirven de nada.
9. Robáis, matáis, cometéis adulterio, juráis en falso, ofrecéis incienso a Baal, vais tras dioses extraños que no conocíais,
10. ¿y venís después a poneros ante mí, en este Templo que lleva mi nombre, diciendo «Estamos a salvo», para seguir cometiendo todas esas abominaciones?
11. ¿Pensáis que es una cueva de bandidos este Templo que lleva mi nombre? ¡Pero si yo mismo lo he visto! —oráculo del Señor—.