15. Os arrojaré de mi presencia como arrojé a vuestros hermanos, a toda la estirpe de Efraín.
16. En cuanto a ti, no intercedas por este pueblo, ni eleves por ellos gritos ni súplicas; no insistas ante mí, pues no pienso escucharte.
17. ¿No ves lo que están haciendo en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén?
18. Los hijos recogen palos, los padres hacen fuego y las mujeres amasan para hacer tortas votivas a la Reina del Cielo, y derraman libaciones en honor de dioses extraños, con el fin de irritarme.