11. Tus puertas estarán siempre abiertas,no se cerrarán ni de noche ni de día,para traerte las riquezas de los pueblos,que vendrán guiados por sus reyes.
12. El pueblo y el reino que no te sirvanacabarán en ruinas, serán desolados.
13. A ti acudirá la pompa del Líbano,cipreses, abetos y pinos juntos,para dar prestancia a mi santa morada:así honraré el estrado de mis pies.
14. Vendrán a ti, humillados,los hijos de quienes te oprimían;te honrarán postrados a tus plantastodos los que te despreciaban;te llamarán Ciudad del Señor,la Sión del Santo de Israel.