Hechos 9:2-10 La Palabra Versión Española (BLP)

2. y le pidió cartas de presentación para las sinagogas de Damasco. Su intención era conducir presos a Jerusalén a cuantos seguidores del nuevo camino del Señor encontrara, tanto hombres como mujeres.

3. Se hallaba en ruta hacia Damasco, a punto ya de llegar, cuando de pronto un resplandor celestial lo deslumbró.

4. Cayó a tierra y oyó una voz que decía:— Saúl*, Saúl, ¿por qué me persigues?

5. —¿Quién eres, Señor? —preguntó Saulo—.— Soy Jesús, a quien tú persigues —respondió la voz—.

6. Anda, levántate y entra en la ciudad. Allí recibirás instrucciones sobre lo que debes hacer.

7. Sus compañeros de viaje se habían quedado mudos de estupor. Oían la voz, pero no veían a nadie.

8. Saulo se levantó del suelo y, cuando abrió los ojos, no podía ver. Así que lo llevaron de la mano a Damasco,

9. donde pasó tres días privado de la vista, sin comer y sin beber.

10. Residía en Damasco un discípulo llamado Ananías. En una visión oyó que el Señor lo llamaba:— ¡Ananías!— Aquí estoy, Señor —respondió—.

Hechos 9