Génesis 42:21-32 La Palabra Versión Española (BLP)

21. pero se decían unos a otros:—Ahora estamos pagando el mal que le hicimos a nuestro hermano, pues viendo cómo nos suplicaba con angustia, no tuvimos compasión de él. Por eso nos viene ahora esta desgracia.

22. Entonces habló Rubén:—Yo os advertí que no hicierais ningún daño al muchacho, pero no me hicisteis caso, y ahora tenemos que pagar el precio de su muerte.

23. Como José les había hablado valiéndose de un intérprete, no sabían que él entendía todo lo que ellos decían.

24. Entonces José se retiró, porque no podía reprimir las lágrimas. Cuando estuvo en condiciones de hablarles nuevamente, tomó a Simeón y lo hizo encadenar delante de ellos.

25. Después ordenó que les llenaran los costales de grano, que devolvieran a cada uno su dinero poniéndolo dentro de cada costal, y que les dieran provisiones para el camino. Así se hizo.

26. Entonces ellos cargaron el grano sobre sus asnos y se fueron de allí.

27. Cuando se detuvieron para pasar la noche, uno de ellos abrió su costal para dar de comer a su asno y vio que su dinero estaba allí, en la boca del costal.

28. Entonces dijo a sus hermanos:—¡Me han devuelto el dinero! Mirad, ¡aquí está en mi costal!Se les encogió el corazón del susto y se decían unos a otros temblando:—¿Qué es esto que Dios nos ha hecho?

29. Al llegar adonde estaba su padre Jacob, en Canaán, le contaron todo lo que les había pasado:

30. —El hombre que gobierna aquel país nos trató con rudeza y nos acusó de estar espiando su país.

31. Pero nosotros le dijimos: «Somos gente honrada y no espías;

32. éramos doce hermanos, hijos del mismo padre; uno ya no está con nosotros y el menor se ha quedado en Canaán con nuestro padre».

Génesis 42