3. pero dejarás unos pocos pelos, que meterás apretujados en el orillo de tu manto.
4. Vuelve a tomar unos pocos de estos y échalos al fuego para que se quemen, de ellos se extenderá un fuego por toda la casa de Israel. Luego dirás a los israelitas:
5. Esto dice el Señor Dios: Se trata de Jerusalén. La puse en medio de las naciones, rodeada de países.