Ezequiel 21:28-37 La Palabra Versión Española (BLP)

28. Los de Jerusalén piensan que es un presagio vano, pues se les hizo un juramento; pero él les recuerda su culpa, por la que merecen el cautiverio.

29. Por eso, así dice el Señor Dios: Por haber puesto en evidencia vuestras culpas, haber descubierto vuestra rebeldía convirtiendo en pecado cuanto hacéis y jactándoos de ello, seréis capturados por la fuerza.

30. Respecto a ti, maldito criminal, príncipe de Israel, cuya hora ha llegado coincidiendo con la culpa final,

31. esto dice el Señor Dios: ¡Quítate el turbante real, fuera esa corona! Las cosas no pueden seguir así; lo humillado será exaltado, y lo exaltado humillado.

32. Ruina, ruina y más ruina; a eso lo reduciré. Pero tampoco esto sucederá hasta que llegue aquel a quien le corresponde el juicio, a quien yo se lo tengo asignado.

33. Y tú, hijo de hombre, profetiza y di:—Esto dice el Señor Dios contra los amonitas y sus insultos: Espada, espada desenvainada para degollar, bruñida para exterminar, hecha para destellar,

34. para degollar a los malditos criminales cuya hora ha llegado coincidiendo con la culpa final; espada sobre la que se tienen visiones falsas y se presagian mentiras.

35. ¡Vuelve a tu vaina! Pienso juzgarte en el lugar donde fuiste creada, en tu país de origen.

36. Voy a derramar mi ira sobre ti, atizaré contra ti mi ardiente cólera y te entregaré en manos de gente sanguinaria, de expertos destructores.

37. Acabarás devorada por el fuego, tu sangre podrá verse por todo el país, nadie se acordará de ti. Yo, el Señor, he hablado.

Ezequiel 21