6. Cuando ordenó al hombre con ropa de lino que tomara el fuego que había debajo del carro (debajo de los querubines), este se puso junto a la rueda.
7. Uno de los querubines alargó su mano hacia el fuego que había en medio de ellos, lo tomó y lo puso en las manos del hombre con ropa de lino. Este lo tomó y salió.
8. Entonces apareció una especie de mano humana debajo de las alas de los querubines.
9. Me fijé y vi cuatro ruedas junto a los querubines, una al lado de cada uno. Parecía que las ruedas brillaban como el crisólito.