15. te nombrarás como rey aquel a quien el Señor tu Dios escoja. El rey deberá pertenecer a tu mismo pueblo; no harás rey a un extranjero, a alguien que no sea de los tuyos.
16. El rey no deberá poseer una caballería numerosa ni hacer que el pueblo vuelva a Egipto* para adquirir más caballos, pues el Señor dijo: «No volváis más por ese camino».
17. Tampoco tendrá muchas mujeres para que no se descarríe su corazón, ni acumulará oro y plata en cantidad excesiva.