3. Lo cierto es que ese hombre —repito que no sé si con cuerpo o sin cuerpo; Dios es quien lo sabe—
4. fue arrebatado al paraíso y escuchó palabras misteriosas que a ningún humano le está permitido pronunciar.
5. De alguien así podría presumir; pero en lo que me atañe, solo presumiré de mis flaquezas.