1 Reyes 1:21-39 La Palabra Versión Española (BLP)

21. Pues, cuando el rey, mi señor, vaya a reunirse con sus padres, yo y mi hijo Salomón quedaremos como culpables.

22. Todavía estaba ella hablando con el rey, cuando llegó Natán

23. y lo anunciaron al rey:—Está aquí el profeta Natán.Natán se presentó ante el rey, le hizo una reverencia inclinando su rostro

24. y le dijo:—Majestad, ¿has decretado tú que Adonías te suceda como rey y se siente en tu trono?

25. Porque hoy ha ido a sacrificar toros, terneros cebados y corderos en cantidad, ha invitado a todos los hijos del rey, a los capitanes del ejército y al sacerdote Abiatar; ahora están comiendo y bebiendo con él mientras lo aclaman: «¡Viva el rey Adonías!».

26. Pero no me ha invitado a mí, ni al sacerdote Sadoc, ni a Benaías, el hijo de Joyadá, ni a tu siervo Salomón.

27. ¿Acaso mi señor, el rey, ha tomado tal decisión sin haber comunicado a sus servidores quién le sucedería en el trono?

28. El rey David ordenó:—Llamad a Betsabé.Betsabé se presentó al rey y se quedó de pie ante él.

29. Entonces David hizo este juramento:—¡Vive Dios que me ha salvado de todos los peligros!

30. Hoy mismo voy a cumplir lo que te juré ante el Señor, Dios de Israel, cuando te prometí que tu hijo Salomón me sucedería como rey y se sentaría en el trono en mi lugar.

31. Betsabé se inclinó rostro en tierra, hizo una reverencia al rey y dijo:—¡Viva siempre mi señor, el rey David!

32. Luego David ordenó:—Llamadme al sacerdote Sadoc, al profeta Natán y a Benaías, el hijo de Joyadá.Ellos se presentaron ante el rey

33. y él les dijo:—Tomad con vosotros a los servidores reales, subid a Salomón en mi propia mula y llevadlo a Guijón.

34. Una vez allí, el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo consagrarán como rey de Israel. Entonces tocaréis la trompeta y gritaréis: «¡Viva el rey Salomón!».

35. Luego subiréis tras él, y cuando llegue aquí se sentará en mi trono y empezará a reinar en mi lugar, pues lo he designado jefe de Israel y de Judá.

36. Benaías, el hijo de Joyadá, respondió al rey:—¡Amén! Que así lo decrete el Señor, Dios de mi señor, el rey.

37. Que el Señor esté con Salomón como lo ha estado con mi señor, el rey, y que haga su reino más poderoso que el reino de mi señor, el rey David.

38. Entonces el sacerdote Sadoc, el profeta Natán, Benaías, el hijo de Joyadá, los quereteos y los peleteos fueron a montar a Salomón en la mula del rey David y lo llevaron a Guijón.

39. El sacerdote Sadoc tomó el cuerno de aceite del santuario y consagró a Salomón. Después hicieron sonar la trompeta y toda la gente se puso a gritar:—¡Viva el rey Salomón!

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