19. Es una bella cosa aguantar vejaciones injustas conscientes de que Dios así lo quiere.
20. Si se os golpeara por ser culpables, ¿qué mérito tendría vuestro aguante? Pero que sufráis y aguantéis aun habiendo hecho el bien, es cosa que agrada a Dios.
21. Precisamente a eso habéis sido llamados: a seguir las huellas de Cristo, que padeciendo por vosotros, os dejó un modelo que imitar:
22. Cristo, que ni cometió pecado ni se encontró mentira en sus labios.
23. Cuando lo injuriaban, no respondía con injurias, sino que sufría sin amenazar y se ponía en manos de Dios, que juzga con justicia.
24. Cargando sobre sí nuestros pecados, los llevó hasta el madero* para que nosotros muramos al pecado y vivamos con toda rectitud. Habéis sido, pues, sanados a costa de sus heridas;
25. Antes, en efecto, andabais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al que es pastor y guardián* de vuestras vidas.