Salmos 27:8-11 La Nueva Biblia de los Hispanos (NBLH)

8. Cuando dijiste: "Busquen Mi rostro," mi corazón Te respondió: "Tu rostro, SEÑOR, buscaré."

9. No escondas Tu rostro de mí; No rechaces con ira a Tu siervo; Tú has sido mi ayuda. No me abandones ni me desampares, Oh Dios de mi salvación.

10. Porque aunque mi padre y mi madre me hayan abandonado, El SEÑOR me recogerá.

11. SEÑOR, enséñame Tu camino, Y guíame por senda llana Por causa de mis enemigos.

Salmos 27